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Noviembre 04, 2014.- En su campaña electoral prometió una reforma migratoria, acto con el que se regularizaría la permanencia de millones de indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos / Tambien ofreció cerrar la cárcel de Guantánamo. Todo quedó en palabras huecas.
Noviembre 04, 2014.- En su campaña electoral prometió una reforma migratoria, acto con el que se regularizaría la permanencia de millones de indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos / Tambien ofreció cerrar la cárcel de Guantánamo. Todo quedó en palabras huecas.
El 4 de noviembre de 2008, el actual presidente de Estados Unidos fue electo en unos comicios para la historia. Por primera vez era elegido presidente un afroamericano. La prensa mundial y los principales lobbies económicos hicieron creer al mundo que se trataba de la victoria de todo lo que representaban las luchas de Martin Luther King Jr., y Malcom X.
Pero este hecho no fue, sino un intento por lavarle la cara a un sistema que ya, desde finales de la década de los 90 venía experimentando la antipatía de la sociedad norteamericana.
Como todo producto elaborado, Obama llegó a la Sala Oval de la Casa Blanca cargado con un sinfín de promesas destinadas a reformas sanitarias para atención en salud a personas de bajos recursos, cerrar la cárcel en la bahía de Guantánamo (enclave estadounidense en Cuba), poner fin a la invasión a Irak y regresar las tropas a sus casas.
Seis años después de oídos aquellos ofrecimientos, los estadounidenses viven en un estado anímico de desilusión, pues de lo mucho que prometió el candidato Obama, poco o nada ha cumplido el presidente Obama.
Reforma migratoria:
En su campaña electoral prometió una reforma migratoria, acto con el que se regularizaría la permanencia de millones de indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos.
“No puedo garantizar que vaya a ser durante los primeros 100 días, pero puedo garantizar que tendremos en el primer año una propuesta de ley migratoria que apoyo y promuevo. Y quiero que avance lo más pronto posible”, dijo en mayo de 2008, cuando la reforma migratoria era una de sus grandes banderas.
El presidente de Estados Unidos lleva años acusando a la mayoría republicana del Senado de bloquearla. El pasado julio llegó a adelantar que pensaba iniciar las reformas por decreto, pero la proximidad de las elecciones legislativas de noviembre parece haberlo disuadido de congelar el tema.
Cierra de la cárcel de Guatánamo (enclave estadounidense en Cuba):
“Vamos a cerrar el campo de detención de la bahía de Guantánamo, el lugar de tantos, de los peores abusos constitucionales en los años recientes”, prometió Obama durante la campaña de 2008. Y con sólo dos días en la Sala Oval firmó la orden ejecutiva con la que pensaba cumplir su promesa.
Sin embargo, acusa a la mayoría republicana en el Legislativo de aprobar normas que hicieron virtualmente imposible que el mandatario cumpliera una promesa que por momentos ha adquirido tintes de cruzada político-legal.
Fin de la invasión a Irak:
“Si no hemos traído nuestras tropas para cuando sea presidente, es lo primero que voy a hacer. Voy a traer a nuestros soldados, voy a terminar con esta guerra”, fue la promesa respecto a Irak del entonces candidato Obama.
Y bien es cierto que ordenó la retirada de las unidades de combate y que llegó a dar por terminada la guerra. Pero eso se quedó solo en un acto protocolar. El pasado mes de agosto volvió a autorizar ataques sobre territorio iraquí ante el surgimiento del Estado Islámico.
La promesa ha tenido que ser actualizada a: “Tropas de combate de EE.UU, no van a volver a luchar en Irak”. ¿Será otra promesa más?
Un premio Nobel de la Paz no tan pacífico:
Aunque desde 1942 EE.UU no ha declarado guerras, eso no le ha impedido atacar e invadir a otros países. Siria es el 7º país que Barack Obama, Premio Nobel de la Paz 2009, bombardea en tan solo 5 años y medio.
Y es que antes lo ha hecho con Afganistán, Yemen, Irak, Pakistán, Somalia y Libia. En todos esos países Obama ha ordenado bombardeos y en alguno de ellos existen tropas asentadas, realizando trabajos de inteligencia y atacando bastiones que EEUU considera amenazas.
En la actualidad, los bombardeos de las posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria, convierten a este país en el último que ataca EE.UU en menos de seis años. Más de 120 personas han muerto en uno de los últimos ataques lanzandos por EE.UU y sus aliados en territorio sirio. Al menos ocho de las víctimas mortales eran civiles, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Sin embargo, su número podría crecer, ya que los ataques prosiguen y, teniendo en cuenta la experiencia de otras campañas militares de EE.UU, podrían prolongarse durante años.
Pero esto no es todo, en la actualidad la popularidad del presidente de Estados Unidos se sitúa en el punto más bajo de su presidencia, con 41% de aprobación, 5 puntos menos que el mes pasado, según una encuesta realizada por diario The Washington Post y la cadena ABC divulgada para las elecciones legislativas de mitad del período presidencial.
En ese estudio de opinión, 41% de aceptación del presidente iguala su récord negativo, que alcanzó a finales de 2013, cuando el estreno de la reforma sanitaria se vio empañado por varios problemas técnicos.
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